Cosima Wagner en su trono, 1905, fotografía de Jacob Hilsdorf
Cosima se echó al monte y a sus brazos. Y bajó con este decálogo escrito en un pentagrama:
1- Amarás a Wagner sobre todas las
cosas
2- No tomarás el nombre de Richard en vano
3- Santificarás Bayreuth
4- Desdeñarás a tu padre y honrarás a tu segundo esposo
5- Matarás con música
6- Cometerás actos impuros si la muerte los redime
7- Robarás sólo si eres un superhombre con una supermisión
8- Mentirás para tus propios fines y placeres
9- No consentirás otros pensamientos o deseos que los Suyos
10- No respetarás los bienes y méritos ajenos
El objetivo de esta entrada no es otro que crear debate, agitar las masas aletargadas, devolver la polémica a la cultura.
ResponderEliminarPlantear si la imagen que queda de Wagner se debe a la propia Cosima, guardiana o envenenadora de las esencias, más que al compositor, ante todo un músico.
Probablemente, tras la ironía que carcome el decálogo, hay muy poca misericordia. Pero ser cruel y/o injusto es lo único que nos queda a los deshauciados.